Ecologistas en acción denuncia la transformación de la cementera de Buñol en una incineradora
La propuesta de la autorización supone pasar del 60 al 90% de sustitución energética de los combustibles tradicionales por residuos. Sería la sustitución energética más alta autorizada en españa y en europa.
Las débiles exigencias ambientales impuestas por la conselleria implicarían importantes emisiones de contaminantes que sin duda tendrían repercusiones sobre la salud humana en la Hoya de Buñol.
Se encuentra en la última fase de tramitación la solicitud de Cemex España S.A. iniciada en 2011, de dar una vuelta de tuerca más en la conversión de la fábrica de cemento de Buñol (Valencia) en una macroincineradora de residuos, incluyendo la incineración de residuos peligrosos. Ecologistas en Acción, que está personada en ese expediente como interesada, ha presentado un documento de 11 alegaciones a la propuesta de resolución de otorgamiento de la Autorización Ambiental Integrada (AAI) que pondría fin al mencionado expediente.
En la propuesta de resolución la conselleria de Medio Ambiente accede a las pretensiones de Cemex España S.A. y da el visto bueno para incinerar hasta 260.000 toneladas de diferentes tipos de residuos (residuos provenientes del rechazo de RSU, neumáticos fuera de uso, harinas cárnicas, lodos secos de depuradora, etc, hasta un total de 175 tipos diferentes), entre los cuales 30.000 t son considerados residuos peligrosos (disolventes industriales, lodos de tratamientos físico-químicos, combustibles líquidos contaminados con sustancias peligrosas, etc), duplicando el volumen total de residuos actualmente autorizados. La incineración de esos residuos supondría pasar del 60% hasta el 90% de sustitución de la energía utilizada en el proceso aportada antes por combustibles tradicionales (fuel, coque de petróleo) por la energía procedente de los residuos. Esa sustitución no se produce en ninguna de las 35 fábricas de cemento en España y solamente conocemos una en Alemania (Rüdersdorf , Estado de Brandeburgo) con una autorización de sustitución del 85%.
Las exigencias ambientales de la Conselleria de Medio Ambiente (valores límite de emisión, frecuencia de la monitorización, etc) se sitúan siempre en las mínimas dentro del rango que establece la normativa europea. En los temas no regulados por la normativa europea (contenido máximo de cloro y halógenos, metales pesados y mercurio, etc, en las materias primas y en los combustibles residuales) las exigencias son también muy laxas, decantándose por la solicitud de Cemex, en lugar de buscar el beneficio de la calidad del aire y del medio ambiente. Hay que anotar que las actuales emisiones de óxidos de nitrógeno superan ya los valores de la normativa europea. Las emisiones de ácido clorhídrico y de mercurio, se sitúan en el rango alto de los valores permitidos.
Según el Registro Estatal PRTR, que es público, los dos hornos de fabricación de clínker gris y blanco emitieron durante el año 2012 más de unmillón de kg de óxidos de nitrógeno y 165.051 kg de óxidos de azufre, que producen entre otros efectos la temida lluvia ácida y contaminantes secundarios nocivos como el ozono troposférico. Pero además emitió peligrosos contaminantes como 1.157 kg de benceno que es cancerígeno, 131,5 kg de Hidrocarburos Policíclicos Aromáticos, que en su mayor parte son también cancerígenos y 131, 5 kg del Ftalato DEHP que es un disruptor endocrino, que altera el desarrollo de importantes sistemas (sexual y reproductivo, nervioso, inmunológico, etc). La incineración de mayor cantidad de residuos agravará las emisiones de estos peligrosos contaminantes.
La propuesta de la Conselleria además es autorizar una planta de clasificación y trituración de la fracción de rechazo de los residuos urbanos en la misma fábrica de cemento de Buñol (plásticos, textiles, madera, etc, contaminados con materia orgánica y con desagradables olores) después de la renuncia de Cemex a instalar una planta de secado de lodos de depuradora en la misma fábrica por motivos económicos.
La apuesta por la incineración del Gobierno Valenciano tras la aprobación del Plan Integral de Residuos en 2013 se está concretando en la conversión de las fábricas de cemento en grandes incineradoras encubiertas, mientras se deja la instalación de 3 ó 4 incineradoras específicas para la próxima legislatura. La fábrica de Cemex en Alicante ya tiene la autorización desde 2012 para quemar 250.000 t de diversos residuos. Esa autorización está recurrida por Ecologistas en Acción ante el TSJ de la Comunidad Valenciana.
En el caso de que se apruebe la propuesta de la conselleria de Medio Ambiente para la fábrica de Buñol, Ecologistas en Acción estudiará la adopción de todas las medidas legales para impedir que siga para adelante ese proyecto nocivo para la salud de todos los valencianos.
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