Acreditan laboratorio de biogeoquímica ambiental de la UNAM
Este aval le fue otorgado por la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA) en cinco técnicas: determinación de pH en residuos sólidos; método por espectrometría de emisión con plasma acoplado inductivamente en suelos Ag, As, Ba, Be, Cd, Ni, Pb, TI y V; proceso de digestión ácida de muestra por microondas; proceso de extracción de solubles con agua en equilibrio con CO2, y muestreo de suelos contaminados con metales.
Margarita Eugenia Gutiérrez Ruiz, coordinadora del proyecto Residuos Peligrosos del Grupo de Biogeoquímica Ambiental de la FQ y responsable de ese espacio, refirió que "hasta ahora, somos los únicos en la UNAM que hemos logrado esta acreditación en pruebas de residuos y suelos; con ello se podrá brindar apoyo a un gran número de investigadores", quienes antes acudían a laboratorios privados e, incluso, se les podrá apoyar en la interpretación de sus datos.
Ese proceso se adoptó para que todos los análisis ambientales estén avalados por una entidad acreditadora. "Si bien nuestros trabajos se han realizado siempre con una alta calidad, esto confirma nuestra imagen de seguridad ante los clientes, quienes pueden provenir de la industria, sobre todo la minero-metalúrgica, o ser investigadores de ésta y otras universidades; también es funcional para nuestros propios análisis, pues estamos involucrados en varios proyectos de investigación", añadió.
Gutiérrez Ruiz recordó que este laboratorio pudo fundarse y crecer debido, en primer término, al apoyo del Instituto de Geografía y, posteriormente, de la FQ.
Se han realizado proyectos importantes que han alcanzado reconocimiento fuera de la Universidad Nacional, como el desarrollo de la tecnología para el manejo de residuos ricos en cromo hexavalente, que fue reconocido con el Premio Nacional Serfin El Medio Ambiente. Esa tecnología fue utilizada para implementar la primera planta de estabilización de cromo en México, en San Francisco del Rincón, Guanajuato, donde participaron la UNAM, el gobierno alemán (a través de la Agencia de Cooperación Técnica Alemana, GTZ) y las autoridades ambientales del gobierno mexicano.
Asimismo, el equipo desarrolló el Atlas de Información Geográfica para la Ubicación de Confinamientos de Residuos, que se hizo para el Banco Mundial y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
De igual manera, se participó en la remediación o limpieza de residuos del terreno que ocupaba la fundición de plomo Industrial Minera México, en Monterrey, Nuevo León, para incorporarlo al uso urbano.
En la actualidad, el laboratorio trabaja en colaboración con el Instituto de Geología en un proyecto similar al regiomontano, pero en San Luis Potosí, donde se remedia un terreno de 400 hectáreas que albergó plantas de fundición de cobre y plomo, y en una planta de producción de trióxido de arsénico.
La Biogeoquímica
Margarita Eugenia Gutiérrez explicó que al liberar una especie química al ambiente, ésta se mueve a través del aire, agua y suelo, y hace de este último el "sumidero" natural más probable de los elementos que contiene. Las sustancias pueden generar un desbalance de materia o energía en un sistema natural, al superar su capacidad de amortiguamiento; es entonces que se considera que ha ocurrido un fenómeno de contaminación.
"Con el apoyo de otros especialistas es posible identificar la fuente generadora de la emisión (usualmente residuos), evaluar los impactos generados, estudiar su comportamiento a nivel molecular y determinar los mecanismos de atenuación, así como proponer medidas para controlar el riesgo para ambiente y población", comentó. Para este enfoque, la interdisciplina es esencial.
Los proyectos del laboratorio se realizan con el apoyo de investigadores de institutos de la UNAM y de otros centros de investigación nacionales e internacionales. "Se convoca a diferentes especialistas de acuerdo con las necesidades del trabajo, aunque la participación de los químicos ambientales es fundamental", subrayó.
Por su parte, Norma Ruth López Santiago, encargada del proceso de acreditación del laboratorio y responsable del Sistema de Gestión de Calidad, recordó que en mayo de 2013 inició el proceso de acreditación y en agosto del mismo año se hizo la presentación del Sistema de Calidad para iniciar su implantación.
En febrero de 2014, se recibió la primera auditoría por parte de la Coordinación para la Gestión de la Calidad de la Investigación (CGCI) de la UNAM. Finalmente, se envió la documentación a la EMA en junio y a principios de septiembre acudieron las evaluadoras de esta entidad.
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