En el lado Oriente de la Ciudad el escepticismo fue la principal característica. Tras un proceso de explicación sobre el objetivo del sondeo, los encargados accedieron a mostrar su documentación, con sellos correspondientes, donde demostraron que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), pasa periódicamente a levantar los residuos peligrosos.
El aceite quemado es lo que se llevan periódicamente (una vez al mes), a través de una empresa particular foránea que la dependencia federal contrata y por la que ellos, como dueños del taller, pagan una cuota en determinadas ocasiones, la cual no revelaron.
Los mecánicos cuestionados relataron que cuando la empresa no pasa por los residuos, ellos les insisten por teléfono y dan a aviso a las autoridades ambientales, con la finalidad de hacer presión, ya que son conscientes de que si se deshacen de ellos, estarían cometiendo un delito.
Uno de los sondeados explicó que también las autoridades municipales llegan a hacer inspecciones a sus talleres. “En caso encuentren residuos peligrosos estamos en riesgo de que nos clausuren, por eso tenemos nuestros documentos siempre en orden”.
Sobre la Novena Sur, el encargado, como todos, pidió no ser incluido su nombre en la publicación y tampoco el título del negocio, y aseguró que sí pasan los residuos, “es una empresa de Veracruz, de fuera, porque en Chiapas no hay quien se encargue de ello”. En promedio los 6 talleres sondeados producen unos 200 litros de aceite quemado, mismo material que es guardado en recipientes seguros, aguardando a que las autoridades lleguen por ellos.
Al acudir a la Delegación de la Semarnat en Chiapas, los encargados dijeron que el titular del departamento que trata ese tema no se encontraba, pero en la página web de la dependencia se podía encontrar información al respecto.
En el sitio electrónico se encontró que la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos define a un residuo como:
Material o producto cuyo propietario o poseedor desecha y que se encuentra en estado sólido, o semisólido, o es un líquido o gas contenido en recipientes o depósitos, y que pueden ser susceptibles de ser valorizado o requiere sujetarse a tratamiento o disposición final.

Y a un residuo peligroso:
Aquellos que posean alguna de las características de corrosividad, reactividad, explosividad, toxicidad, inflamabilidad, o que contengan agentes infecciosos que les confieran peligrosidad, así como envases, recipientes, embalajes y suelos que hayan sido contaminados cuando se transfieran a otro sitio.
Un residuo se considera como peligroso porque posee propiedades inherentes o intrínsecas que le confieren la capacidad de provocar corrosión, reacciones, explosiones, toxicidad, incendios o enfermedades infecciosas.

¿De qué depende que un residuo peligroso se convierta en un riesgo?
El que un residuo sea peligroso no significa necesariamente que provoque daños al ambiente, los ecosistemas o a la salud, porque para que esto ocurra es necesario que se encuentre en una forma “disponible” que permita que se difunda en el ambiente alterando la calidad del aire, suelos y agua, así como que entre en contacto con los organismos acuáticos o terrestres y con los seres humanos.
Las definiciones son claras en la página de la Semarnat y la legislación parecería cumplirse según el recorrido hecho, en el caso específico de los talleres mecánicos.
Pese a ello, el medio electrónico Sin Embargo.com dio a conocer hace unas semanas que la Profepa detectó que en los estados de Chiapas y de Tabasco se manejaban inadecuadamente 131 mil litros, mil 300 kilogramos y 24 tambos metálicos de Residuos Peligrosos.
Las empresas transportistas incurrieron en irregularidades, como la falta de etiquetado y la no presentación del manifiesto, entrega y transporte, motivo por el cual instauró cuatro procedimientos administrativos.
La ubicación de los desechos tóxicos se registró durante un “Operativo Conjunto de Verificación y Vigilancia en Materia de Transporte Carretero de Materiales, Sustancias y Residuos Peligrosos” en tres puntos carreteros de los municipios de Reforma, Chiapas; y Centro y Cunduacán, Tabasco.
El medio especifica que el objetivo del operativo fue verificar que el transporte de los residuos de ese tipo, entre los que se encuentran aceite lubricante gastado y aguas oleosas, se realice conforme a la ley, toda vez que deben ser trasladados en unidades especializadas para tal fin.