Dos pacientes de ébola y un contagio: la auxiliar de enfermería que asume la posibilidad de haberse tocado la cara con los guantes con los que estuvo en la habitación del misionero Manuel García Viejo. Antes de entrar, un curso de aproximadamente 15 minutos que muchos ya han tildado de insuficiente. Los agentes del Cuerpo de Bomberos de Oviedo realizaron ayer un simulacro de activación del protocolo ante el virus en las instalaciones del Rubín, una práctica que llevan a cabo de forma rutinaria cada cierto tiempo y sobre la que todos han recibido un cursillo que consideran «imprescindible». A su juicio, la auxiliar Teresa Romero y sus compañeros «deberían estar más entrenados». Ellos lo están, y estos días repasan cualquier mínimo detalle para saber cómo actuar en caso de contagio.

Los trajes que utilizan los bomberos y los que usan en el Hospital Carlos III de Madrid no son los mismos, pero el protocolo de actuación debe ser parecido. Alejandro Vallina, jefe de turno de bomberos, lo explica. «Nosotros utilizaríamos un traje NBQ (Nuclear, Biológico, Químico), que lleva 15 capas y que tiene un nivel de protección 4, el máximo que existe». Estos, a diferencia de los que llevan los sanitarios, son totalmente independientes de la atmósfera y llevan un equipo de respiración autónoma dentro, con una capacidad de trabajo máxima de 30 minutos o una hora, dependiendo de si lleva una o dos bombonas. «El riesgo es nulo», pero la colocación y el protocolo deben cuidarse «al detalle».

Evaristo y Juan se ponen los trajes. Lo hacen ante la atenta mirada de otros dos compañeros. «Siempre tiene que haber alguien vigilando que se actúe correctamente», explica Vallina. No solo eso, sino que deben también ayudarles a vestirse porque «ellos solos no podrían». Esto antes de actuar, porque una vez que se ha estado en contacto con el virus «hay que prestar aún mucho más cuidado». Aseguran que «la ducha es fundamental antes de desvestirse para desinfectar». Sin embargo, en el protocolo proporcionado al personal sanitario de Madrid solo es obligatoria si se observan restos de vómito o sangre. Los bomberos recalcan la «importancia» de este paso, y recomiendan que el traje utilizado en los hospitales sea el mismo que usan en África, totalmente herméticos y con un ventilador dentro, que ya ha llegado a centros sanitarios de Alemania.

El suyo es el mejor preparado que existe, pensado para trabajar con productos químicos y que han utilizado en accidentes de camiones con mercancías peligrosas. En este caso, la ducha tiene que realizarse en una cabina de desinfección. Sin embargo, para el ébola sería suficiente con rociar el traje con agua y lejía. En lo que no existe diferencia es que en ambos supuestos «otro compañero también ataviada con el traje debe vigilar que se quite correctamente». Saben que toda precaución es poca, pero están convencidos de que si su actuación fuese necesaria están «muy preparados».