Buscan reducir el daño ecológico de las pilas
28 Mar
“Se dotarán de recipientes reciclables a algunas unidades educativas para que a través de la recolección hagan la deposición de pilas y baterías en estos contenedores y posteriormente cuando estén llenos, se hará la entrega respectiva a la Entidad de Aseo Municipal (EMAT), para que los mismos hagan el desecho de estos materiales dentro de una celda construida específicamente para su degradación”, indicó Baldiviezo.
También mencionó que otros recipientes serán ubicados en distintas oficinas de la ciudad, para los mismos efectos.
Sin embargo, señaló que la parte más fuerte de la campaña comienza el mes de agosto, junto con la peregrinación a Chaguaya, donde se incrementa el uso de artefactos que funcionan con pilas y baterías, por tanto en diferentes puntos de esta ruta se implementarán recipientes especiales para el desecho de estos elementos, y así no sean mezclados con otros residuos.
Por último, Baldiviezo recomendó a la población de que haga un buen uso y manejo de estas pilas y baterías tratando de no mezclarla con la basura común, y que eviten su deposición en vertederos de agua ya que el daño en estos lugares es aún mayor.
Por su parte, el responsable de la Secretaría de Recursos Naturales de la Gobernación, Pablo Aviléz, indicó que están atentos a las acciones y gestiones relacionados al resguardo del medio ambiente y que en este sentido se están realizando algunos programas y proyectos dentro de las unidades educativas para hacer una campaña de recolección de pilas y baterías, lo cual es una manera también de enseñarles a los niños el grado de contaminación que pueden ocasionar estos materiales y la importancia de reunirlos en un solo lugar y no mezclarlos.
“Se busca no solamente hacer campañas de recolección en una fecha determinada, sino crear una consciencia social en cuanto a esta problemática durante todo el año, involucrando sobre todo a las diferentes empresas e instituciones de la ciudad dentro de estos programas”, indicó.
Rolando Ruiz, responsable de EMAT, señaló que ya se realizaron este tipo de recolecciones de desechos que corresponden a pilas y baterías usadas en gestiones pasadas, y que ésta no será la excepción. Pues se tienen planificados distintos proyectos para separar estos elementos de los residuos comunes.
El impacto medioambiental de las pilas
Según los expertos en toxicidad, las pilas y baterías comunes poseen una alta concentración de residuos peligrosos y altamente tóxicos que con el paso del tiempo, cuando las mismas se acumulan en los vertederos, pierden la carcasa y se derrama su contenido metálico y a su vez, estos metales infiltrados desde el vertedero, contaminan las aguas subterráneas y el suelo, y se introducen en las cadenas alimentarias naturales, las mismas de las que se nutre el ser humano.
Muy pocos lugares en el mundo poseen un sistema de reciclaje completo para este tipo de desechos, y Bolivia no es la excepción.
Las pilas se utilizan en transistores, juguetes, linternas, relojes, calculadoras, etc. Las pilas contienen algunos metales pesantes como el mercurio, el cadmio o el plomo, que son potencialmente peligrosos para la salud y el medio ambiente.
Si las pilas se vierten a la naturaleza incontroladamente, el agua de la lluvia puede arrastrar los metales hacia los cursos subterráneos de agua y desde éstos, hacia los ríos y el mar, con la posible afectación de seres vivos.
En caso de quemas incontroladas los metales se pueden evaporizar y dispersar por el aire y cuando llueve, pueden ser arrastrados hacia el suelo y hacia los cursos de agua. La mayor parte de los metales pesantes son bioacumulativos y pasan de un organismo a otro a través de la cadena alimentaria.
Por eso, las pilas se consideran residuos especiales y están sujetas a una recogida y tratamiento específicos.
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