En el lugar se almacenaban envases de aceites usados, neumáticos en desuso y piezas de motores, sin respetar la normativa vigente, según el ayuntamiento ibicenco, y allí trabajaban dos personas de origen español, que carecían de licencia administrativa para realizar la actividad que allí se estaba produciendo.

Los agentes observaron que en el lugar no disponían de los contenedores adecuados para el reciclado de los productos usados, produciéndose derrames en el suelo. Así, cumplimentaron las actas de denuncia por no presentar certificado de compatibilidad, licencia ambiental, declaración responsable previa al inicio de la actividad de producción de residuos y no encontrarse inscrito en el Registro de Pequeños productores de Residuos Peligrosos y de Residuos no peligrosos.

Asimismo, detectaron que no había libro de Registro de entrega/aceptación de residuos peligrosos, contrato con gestor de residuos peligrosos y que no almacenaban los residuos en las debidas condiciones.

Con este operativo policial, ya son tres los talleres clandestinos desarticulados en lo que va de año. Estos operativos se enmarcan dentro de la operación 'Tuerca', que se inició a principios de año con la finalidad de erradicar estas actividades clandestinas que perjudican al sector y acabar con actividades ilícitas que dañen el medioambiente.