A medida que avanzaba la mañana de este martes, un pequeño puesto que instaló el Departamento Administrativo del Medio Ambiente de Barranquilla (Damab), para recolectar residuos peligrosos, se iba llenando.

En el punto de acopio había canecas dispuestas para baterías viejas y celulares, las cuales no recibieron muchos elementos. Según los funcionarios de la entidad, esto ocurre porque aún la comunidad no tiene conciencia ambiental en cuanto a lo que significa la mala disposición de residuos de posconsumo.

“Esta es una jornada coordinada por el Damab y apoyada por la Asociación Nacional de Industriales (Andi), para ofrecerle a la comunidad la oportunidad de deshacerse de elementos altamente contaminantes que puedan tener en sus hogares o pequeñas empresas; y también para capacitarla de forma básica sobre la correcta disposición de los mismos”, explicó Jackeline Reina, directora de la autoridad ambiental de la ciudad.

La jornada se desarrolló entre las 8 de la mañana y las 4 de la tarde, en 5 puntos de la ciudad: el bulevar de Buenavista, la Plaza de la Paz, la cancha del barrio San José, la institución educativa distrital Olga Emiliani, y el bulevar de Simón Bolívar.

La directora del Damab indicó que esta no sería la única campaña de este tipo, y que está al pendiente de la Andi para la conformación de una nueva misión.

“La comunidad debe tomar conciencia sobre la disposición final de los residuos como baterías, bombillos fluorescentes, computadores, llantas, insecticidas y otros elementos de este tipo, porque no pueden ser echados a la basura, y en el peor de los casos a los arroyos de la ciudad, porque el daño ambiental es muy grande. Lo importante es que empiecen a llevarlos a los puntos de acopio que hay en algunos centros comerciales”, explicó Reina.

El punto de la Plaza de la Paz se llenó de llantas viejas y computadores, en mayor medida, los cuales llegaron gracias a convenios que el Damab tiene con algunas instituciones y con llanterías, pero muy poco se acercaron particulares.

Lo realmente notorio fue que la ciudadanía se mostró receptiva a la entrega gratuita de árboles, en este caso de mango.

Desde transeúntes, pasando por choferes de buses y taxis y   motociclistas, se interesaron en adoptar uno o dos árboles. Sus razones eran el amor a la naturaleza y la protección de sus hogares a propósito de las fuertes temperaturas.

La jornada y la continuidad

Este tipo de jornadas de recolección se realizan con mayor frecuencia y registro en el sector industrial, el cual ya tiene políticas de manejo de residuos peligrosos. La misión apenas comienza con la comunidad.

Jackeline Reina, directora del Departamento Administrativo del Medio Ambiente de Barranquilla (Damab), cree que habrán varias jornadas iguales o más grandes sobre esta temática, porque se debe hacer mayor promoción sobre el cambio en la disposición final de los materiales altamente contaminantes.