Según la Sociedad Mexicana de Ciencia y Tecnología aplicada a Residuos (Somers), la transición a Televisión Digital Terrestre puede convertirse en una amenaza ambiental, ya que el Gobierno federal carece de un plan de manejo de los equipos que, tarde o temprano, serán desechados.

“Están repartiendo los televisores nuevos sin acopiar los viejos”, alertó Sara Ojeda, presidenta de Somers.

Sobre las consecuencias que generará el remplazo de televisores Sara Ojeda, presidenta de la Sociedad Mexicana de Ciencia y Tecnología aplicada a Residuos (Somers) añadió que algunos componentes de los antiguos aparatos contienen metales pesados que pueden filtrarse a los mantos acuíferos.

Científicos aseguran que la principal amenaza es la liberación de óxido de plomo, una sustancia contenida en el vidrio de las televisiones que puede dañar severamente el aparato nervioso central.

Somers calcula que los 16.83 millones de televisiones analógicas susceptibles de ser desechadas podrían generar unas 19 mil 615 toneladas de óxido de plomo.