Macías señaló a CORDOBA que una de las aplicaciones más importantes de los elementos radiactivos en pequeño formato es en la que se desarrolla en labores de investigación biomédica, donde el cambio más significativo que se ha producido en los últimos años ha sido la posible desclasificación de numerosos residuos cuyo contenido radiactivo es mínimo y que permiten que se gestionen como residuos normales. La investigadora puso de manifiesto que esto es un paso importante porque así es menor de la cantidad de productos clasificados que es envían a El Cabril

Por otro lado, apuntó que el reto a conseguir en esta disciplina profesional es que los gestores de residuos peligrosos admitan estos restos desclasificados, algo para lo que es necesario que sean formados para poder recoger estos residuos, ya que en estos momentos todavía hay algunos restos de este tipo que llegan al Cabril por la falta de preparación de los otros gestores.