De las 46 unidades de transporte que se contabilizaron en el manifiesto del ferry Amadeo I -que zozobró el lunes, cuando cubría la ruta entre Puerto Natales y Puerto Montt-, los ojos se fijan hoy en una: se trata de un camión con rampa cuya carga, según el documento, tenía un peso total de 21.500 kilogramos y estaba descrita como “peligrosa”.

Se trata de un vehículo correspondiente a la empresa Transportes Sandro Vidal Bórquez, dueña de sólo uno de los siniestrados en el accidente.

La dueña de la compañía, Marcela Bórquez, dijo ayer a Diario El Pingüino que las más de 20 toneladas involucradas estaban constituidas por “aceites, baterías y cosas de ese tipo, todo en desuso. Son cosas contaminantes”. La mujer agregó que todo fue embarcado “bajo medidas de seguridad y con todos los permisos correspondientes; va todo sellado en tambores”.

Bórquez aseguró que “lo más peligroso es que uno de los tambores se haya abierto o se haya roto y desparrame residuos”.

La empresa trabajaba ayer para tramitar el seguro asociado al camión e informaron que la autoridad no se había comunicado con ellos para consultar las características de la carga.

En tanto, la preocupación medioambiental era, ayer, la que concitaba el mayor interés de parte de la Gobernación Marítima de Magallanes, que trabajaba para evitar un posible derrame de hidrocarburos en la zona.