La Directora General de la Fundación Ecolum, Teresa Mejía, participó recientemente en el programa “Galicia al Natural” de Radio Líder para hablar del cometido de la organización que dirige, y que precisamente fue creada en 2005, hace diez años, con el objetivo de dar una solución adecuada a las necesidades de las empresas del sector de la iluminación ante el obligado cumplimiento de las exigencias que trajo consigo la nueva normativa, en concreto el Real Decreto 208/2005 sobre aparatos eléctricos y electrónicos, y la gestión de sus residuos. La ley, que ha sido actualizada este año, mantiene las obligaciones de los productores, pero matiza e incorpora algunos cambios.
 
Asimismo, trasladó que, en estos momentos, la Fundación cuenta con 309 empresas adheridas que desempeñan su cometido en el ámbito de la iluminación (luminarias, lámparas y rótulos luminosos).
Aunque la entidad da un servicio al fabricante, precisó que “esto no quita que atienda a otro tipo de agentes que intervienen en el sistema, como es el caso de los distribuidores, con los que contamos a fin de desarrollar una red de puntos de recogida para que puedan ser utilizados por el usuario final”.
 
En este sentido, se refirió al ciudadano como el último escalón de la cadena, siendo el que convierte realmente el aparato de iluminación en residuo. Para colaborar en el sistema, éste dispone de dos vías de actuación: acudir a los puntos de recogida municipal o bien a los puntos de distribución, obligados a aceptar los residuos de particulares cuando éstos compran un aparato nuevo.
 
Si bien las luminarias están catalogadas como desechos no peligrosos, procediendo a la fragmentación y diferenciación de sus componentes para convertirlos en nuevas materias primas, lo cierto es que las lámparas se incluyen en el ámbito de los peligrosos, resultando necesaria su descontaminación previa mediante la eliminación controlada de gases. Acto seguido, y al igual que en el caso de las iluminarias, se separan los materiales que las conforman para que puedan ser posteriormente reciclados.
 
GALICIA, BIEN POSICIONADA
 
En el contexto europeo, la portavoz de Ecolum precisó que, aunque hay países, como los del norte de Europa, que tienen gran tradición en el reciclaje y que, por tanto, cuentan con altos porcentajes de recuperación, otros, como es el caso de los del área mediterránea, tienen menos bagaje, suponiéndoles mayor esfuerzo. No obstante, puntualizó que “en el período de diez años nos hemos ido poniendo a la altura”. E hizo alusión a Galicia, que se encuentra “entre las ocho comunidades autónomas españolas que más residuos luminarios está reciclando”, incluyéndose, además, entre las cinco que cuenta con mayor número de puntos de recogida, tomando como referencia la relación espacio-población.
 
Teresa Mejía se mostró especialmente satisfecha por el trabajo desarrollado a lo largo de un decenio, permitiéndoles abarcar, más allá de la luminaria, otros elementos tales como la lámpara y el rótulo luminoso.
 
Explicó que en 2014 firmaron un convenio con Recyclia, entidad encargada de la recuperación de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), pilas y baterías, para contribuir a dar respuesta a las necesidades de gestión de estos materiales, pero “sin haber perdido la especialización en el sector de la iluminación”.
 
CONTRIBUIR AL CUMPLIMIENTO DE LA LEY
 
Sus expectativas pasan por seguir optimizando mejoras en la gestión de la Fundación, apoyando al productor, distribuidor y usuario a través del asesoramiento, diseño de productos y alternativas de recogida, para que puedan cumplir con la normativa vigente. “Nuestra pretensión es ofrecer las mejores soluciones posibles a todos los agentes que participan en el sistema”, concluyó.