La cadena de suministro global para prácticamente todos los productos que funcionan con baterías está lidiando con un problema difícil: las baterías de iones de litio, la que se encuentra en casi todos los dispositivos recargables hoy en día, desde ordenadores portátiles, tabletas y iPhones, hasta herramientas eléctricas, dispositivos médicos, y carros eléctricos; son muy volátiles. Si una sola batería está dañada, puede encender, calentando una batería vecina causando que se prenda fuego, creando una reacción en cadena incontrolable con resultados catastróficos.
 
Por razones obvias, esto plantea un gran riesgo, especialmente cuando se envía por vía aérea. Un piloto con fuego en la bodega de carga tiene pocas opciones. Y lo peor ya ha pasado. Hubo más de 80 incidentes, sobre todo desde 2004, incluyendo fatalidades, en vuelos comerciales, vuelos de carga, y en las entregas por vía aérea.
 
Las baterías de metal de litio (baterías de solo recarga se encuentran en artículos como relojes y juguetes) ya están prohibidos como carga en los aviones de pasajeros, y una creciente lista de aerolíneas también prohibieron los envíos de baterías de iones de litio en vuelos comerciales, incluidas Delta, United, Qantas, Air France, Virgin Australia, Cathay Pacific y Philippine Airlines. Exclusivamente la carga aérea de Cargolux también les prohíbe.
 
Incluso una sola batería mala puede iniciar un incendio. En diciembre de 2010 se produjo un incendio en un vuelo de Air France después de que un teléfono móvil de un pasajero se cayó en el asiento. Cuando la silla se movió, aplastó la batería y causó un incendio.
 
Más prohibiciones vendrán si algo no cambia.
 
Los pilotos, aerolíneas y fabricantes de aviones ya han declarado que preferirían ver los envíos de baterías de iones de litio suspendidas hasta que haya una manera más segura de tratar con ellas. Dicen que los aviones de hoy no están equipados para hacer frente a esta amenaza.
 
En una presentación conjunta de la Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO) de la ONU en abril, la asociación que representa a los principales fabricantes de aviones, como Boeing, Airbus y Bombardier (el ICCAIA); y la Federación Internacional de Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas, dijeron que cargar baterías de iones de litio como carga actualmente plantea “un riesgo inaceptable para la industria del transporte aéreo”.
 
La presentación explica que los aviones de hoy no pueden manejar las temperaturas particularmente altas de los incendios de litio y la velocidad con que los incendios pueden propagarse y los extinguidores de fuego halón estándar no son lo suficientemente eficaces contra estos incendios.
 
En la reunión de abril, la ICAO decidió convocar un grupo de trabajo especial para hacer frente a la cuestión de si los envíos de iones de litio puedan hacerse suficientemente seguros para ser transportados aéreamente, sobre todo en los aviones de pasajeros. Se espera que el grupo de trabajo presente sus recomendaciones en octubre.
 
Si los envíos se suspenden o son prohibidos completamente, sería un desastre logístico no sólo para las empresas que fabrican y venden las baterías, sino para cualquier empresa que se ocupa en productos que utilizan baterías de litio.
 
“El obstinado incumplimiento” de China
 
Desde la perspectiva de la industria de las baterías, están entre la espada y la pared. No importa qué tan robustas se vuelvan las regulaciones, que sin duda favorecen la estricta normativa de seguridad, el verdadero problema no es la normativa sino su cumplimiento.
 
Reglas alrededor de cómo empaquetar y enviar baterías de iones de litio ya se han vuelto mucho más estrictas. Nuevas regulaciones estadounidenses entraron en vigor en febrero pasado, y un régimen internacional aún más estricto se aplicará a partir de enero del 2017. Las regulaciones afectan documentación, embalaje y etiquetado, hasta el punto en que incluso un solo paquete de dos pilas AA tienen que ser etiquetados como mercancías peligrosas.
 
Pero cuando se trata de cumplimiento, la manzana podrida que amenaza con echar a perder el montón es China, el mayor productor mundial de baterías de litio.
 
Bob Richards, vicepresidente de asuntos regulatorios en Labelmaster, que se especializa en ayudar a las empresas a ser obedientes al enviar mercancías peligrosas, dijo que el 95 por ciento de los incidentes de seguridad relacionados con las baterías de litio fueron por el no cumplimiento de las normas de envíos.
 
El peligro es cuando las baterías de litio de cortocircuito, que puede suceder si están mal hechas o dañadas, liberan gases altamente volátiles.
 
“Hay numerosos fabricantes chinos que le enviaran baterías de litio a un muy bajo costo. Algunas de estas empresas no logran probar correctamente, empacar, o fabricar las baterías de acuerdo a las regulaciones vigentes”, dijo Richards.
 
“Es frustrante que los reguladores no se están centrando en el verdadero problema: Esos que están engañando”, dijo Richards, quien fue regulador. Del 2006 al 2010 como administrador asociado adjunto manejo las operaciones del día a día del Programa de Seguridad en el Transporte de Materiales Peligrosos en el Departamento de Transporte (DOT).
 
El resultado de que haya tramposos, es que las aerolíneas se han vuelto reacios a aceptar envíos de baterías de litio, lo que está causando estragos en las cadenas de suministro para las empresas estadounidenses que siguen las reglas, dijo Richards.
 
“Tenemos un problema en una parte del mundo y ahora no podemos ni siquiera mover baterías alrededor de Estados Unidos”, dijo.
 
Las aerolíneas reconocen este problema también. Durante una visita a Beijing en abril, el director general de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), Tony Tyler, reprendió a China sobre este punto:
 
“Desafortunadamente, estamos viendo algunos obstinados incumplimientos en el área de las baterías de litio, especialmente aquí en China. Por ejemplo, hay un proveedor en Alibaba alegando que reetiquetará baterías 300 horas vatios como de 100 vatios hora, e incluso los enviara a través del servicio postal estándar”, dijo Tyler.
 
Ha habido muchos otros ejemplos también, incluyendo un envío de batería no declarada desde Hong Kong a bordo de un Boeing 747 UPS que se estrelló cerca de Dubai en 2010 después de un severo incendio a bordo, matando a la tripulación.
 
Teniendo a China responsable
 
Tratar con el incumplimiento de China es una fuente de enorme frustración para la industria de las baterías y los enviadores.
 
“¿Cómo podemos evitar que las empresas que no cumplen con las normas y envían sus baterías sin acatar las regulaciones en sencillas cajas marrones a bordo de aviones de que lo hagan de esta manera y como hacerlos responsables?” Preguntó Richards y agrega: “Las aerolíneas no pueden rechazarlos si ellos no saben qué hay en la caja”.
 
Para Richards, el problema de seguridad no se puede resolver por completo a menos de que se haga responsable a China.
 
En Estados Unidos, el DOT inspecciona a los proveedores de baterías y fabricantes. Los paquetes que violen las normas son rechazados y los infractores pueden ser multados. El servicio postal de EE.UU. mantiene una autoridad similar en los envíos de correo.
 
Richards dijo que los reguladores chinos con los que ha hablado afirman que no tienen jurisdicción sobre los fabricantes y los enviadores.
 
Además, la logística por el lado chino es especialmente complicada.
 
La mayoría de las baterías fabricadas en China saldrán hacia el exterior a través de Hong Kong, pero eso viene después de una cadena de compleja logística, que puede incluir un transportador de suelo, promotor de la carga, un agente de exportación en Hong Kong, además de manejo de paquetes y consolidadores en esta diversidad también.
 
“Desde un punto de vista de la logística y el punto de vista de aplicación es una situación compleja”, dijo George Kerchner, director ejecutivo de la Rechargeable Battery Association (Asociación de la batería recargable), PRBA.
 
Al mismo tiempo, dijo Kerchner, “Sería inexacto decir que no tienen control sobre esto”.
 
“Tenemos nuestros miembros que están enviando de Hong Kong a diario y están cumpliendo completamente”, dijo.
 
Richards quiere que Estados Unidos y los reguladores internacionales presionen a China para que controle su propia industria, pero todavía no ha visto ningún movimiento en esta dirección.
 
“He hablado con funcionarios de muy alto rango acerca de esto, y dicen algo como, ‘No hay nada que podamos hacer al respecto”.
 
Él Piensa que más presión se puede aplicar, por ejemplo en forma de cargos criminales.
 
“¿Si usted tiene baterías de litio puestas en una caja marrón, y se prende fuego y mata a un piloto de carga, no debería eso ser un homicidio, no deberían ser puestos en la cárcel?”, dijo Richards.
 
James Woodrow, jefe del Comité de Carga de IATA y jefe de Cathay Pacific Cargo, dijo lo mismo en un discurso en el Simposio Mundial de carga en Shanghái en abril: “Los abusos flagrantes en las regulaciones de envío de mercancías peligrosas, que ponen la seguridad de las aeronaves en riesgo, deben ser criminalizados, al igual que otras acciones, las cuales ponen la seguridad de las aeronaves en riesgo”.
 
La PRBA, también está tratando de ejercer presión sobre este asunto. Presentó una carta a la Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO) en agosto instando a la agencia de la ONU a tomar medidas.
 
“El cumplimiento y la ejecución han sido particularmente problemáticos para los productos originarios de la República Popular de China y enviados desde Hong Kong”, dice la carta.
 
La carta afirma que los envíos que no cumplen con las normas son “extremadamente preocupantes” para los miembros del PRBA, sin embargo, es poco lo que pueden hacer con respecto a los transgresores.
 
“Sin embargo, la ICAO está en condición de actuar”, dice la carta. Concluye advirtiendo que sin la acción de hacer cumplir la ley, el peligro planteado por las baterías de iones de litio se mantendrá.
 
“Sin un esfuerzo agresivo en hacer cumplir la ley, la posibilidad de un incidente aumenta en gran medida. Esta es una situación inaceptable, y una que puede ser evitada”.