Así lo informó Rogelio González García, director de Operaciones del Sistema Nacional de Gestión de Residuos de Envases y Medicamentos, A.C. (Singrem), en la conferencia “Importancia del manejo y disposición adecuada de los medicamentos en caducidad”, desarrollada la tarde del martes 13 de octubre, en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) de la Universidad Veracruzana (UV), región Xalapa.

Su participación fue en el marco del Programa Nacional de Prevención y Gestión Integral de los Residuos, en el que intervienen la UV –a través de la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad (CoSustenta)–, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y el Ayuntamiento de Xalapa, entre otras instancias.

El ponente resaltó que de acuerdo a la normatividad vigente y a la Ley General para la Prevención y Gestión de Residuos, este tipo de desechos peligrosos requiere de una disposición adecuada, de lo contrario las repercusiones son significativas ya que ocasionan contaminación del suelo, del ambiente y, por consiguiente, severos daños a la salud.

Lo ideal es que las personas supervisen periódicamente la caducidad de los medicamentos que tienen en casa o en sus lugares de trabajo. Si ésta ya no es vigente, lo recomendable es que depositen los fármacos en contenedores habilitados para tal fin.

“Lo que proponemos es que los lleven al contenedor, para canalizarlos y sean destruidos de una forma especializada, verificada y auditada por Semarnat, y se garantice que no impacte al medio ambiente”, mencionó González García.

En Xalapa, por ejemplo, los medicamentos caducos pueden canalizarse a los depósitos ubicados en el Palacio Municipal, la delegación Semarnat (http://bit.ly/1Lu1DOY), instituciones de salud y algunas farmacias. En otras partes del estado y del país, se sugiere preguntar en las clínicas y hospitales.

El representante del Singrem compartió que la legislación establece un plan de manejo y fortalecimiento de la recolección de los residuos, con el fin de minimizar los impactos a la salud de la población y al medio ambiente.

Expuso que el país carece de infraestructura sanitaria, ejemplo de ello es que de los dos mil 400 municipios, 88 cuentan con un relleno sanitario y sólo 11 están certificados.
“Tampoco llegamos a 15 plantas de tratamiento de aguas residuales”, dijo en presencia del delegado en Veracruz de la Semarnat, José Antonio González Azuara, y del titular de CoSustenta UV, Lázaro Rafael Sánchez Velázquez.

Lo anterior representa que todos los vertimientos que hacemos van como aguas crudas hacia cuerpos receptores, y es importante destacar que los productos químicos y bioquímicos por su naturaleza son de lenta o nula degradación.

González García, quien es Químico Industrial egresado del Instituto Politécnico Nacional (IPN), aseveró que la Ley General para la Prevención y Gestión de Residuos emitida por la Semarnat, es una norma que establece criterios muy amplios para el control o manejo adecuado de los residuos y se sustenta en tres pilares importantes: los residuos no existen, nosotros los creamos y los asignamos. Sin embargo, es responsabilidad también de los tres órdenes de gobierno.

En presencia de autoridades municipales, estatales y federales, detalló que Singrem es una asociación civil que surgió en 2008 por iniciativa de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma) para atender de manera responsable la problemática que generan los medicamentos que caducan en los hogares mexicanos.

Es decir, la industria farmacéutica está obligada a contar con un plan de manejo de los residuos peligrosos que se generen dentro de las actividades comerciales e industriales, así como de los que son retirados por el comercio o desechados por los consumidores.

En este sentido, en 24 entidades del país han sido instalados cuatro mil 280 contenedores de acopio de estos residuos; y de 2013 a la fecha, se han acopiado alrededor de 44 mil 406 kilogramos.

Tan sólo durante 2014, en el estado de Veracruz se logró acopiar, con el apoyo de distintos sectores, un total de 29 mil 170 kilos de este tipo de residuos para su disposición final adecuada, mientras que en lo que va de 2015 se han reunido alrededor de 12 mil kilos.

Comentó que los residuos son transportados para su destrucción final por el gestor ambiental con un prestador de servicios calificados para este fin: hornos de cemento y tratamiento médico.
Posteriormente, es emitido un certificado de destrucción final, que es enviado a Singrem, el cual ampara el fin del ciclo iniciado desde la recolección misma.

“En muchas ocasiones un medicamento puede no haber caducado, pero en el manejo que le dimos a lo mejor propiciamos su alteración.”

Mencionó que esto se debe a que las personas acostumbran mantenerlos en el baño, que es la parte más húmeda, en un lugar caliente o con mucha luminosidad.

También reiteró que periódicamente se verifique la caducidad de los medicamentos.