El hundimiento del barco con bandera rusa Oleg Naydenov frente a las costas canarias a mediados de abril, con más 1.400 toneladas de fuel en el interior de sus tanques de combustible, ha reabierto el debate sobre las catástrofes marítimas que provocan los vertidos de hidrocarburos al mar. Aunque el buque accidentado era un pesquero y no llevaba sustancias peligrosas, más allá de esas 1.400 toneladas de carburante, el transporte a gran escala de este tipo de mercancías es muy habitual frente a las costas españolas. Solo el pasado año, un total de 12.495 buques con material de riesgo, en su mayoría hidrocarburos, transitaron por las aguas gallegas. Es decir, una media de 34 cada día, o uno de cada tres de todos los barcos que doblan por Finisterre, según los datos facilitados por Salvamento Marítimo.

La crisis también ha afectado a este sector. El total de buques que navegaron en 2014 se redujo un 15% con respecto a 2008, mientras que los que transportaban mercancías peligrosas, que encadenan tres años consecutivos de descensos, lo hicieron un 13,4%. Con respecto a 2013 el dispositivo de separación de tráfico de Finisterre contabilizó un total de 137 barcos menos cargados con material de riesgo que un año antes. Con estas cifras, el tránsito de este tipo de buques se sitúa en niveles de 2002.

En la última década 135.844 barcos con cargas peligrosas han pasado frente a las costas gallegas. Entre ellos está el Prestige que en noviembre de 2002 sufrió una vía de agua, que provocó uno de los mayores desastres medioambientales en la historia de España: 64.000 toneladas de fuel tiñeron de chapapote más de 3.000 kilómetros de costa.

Entre 1991 y 2014 se han producido en las costas españolas un total de 135 siniestros con vertidos de hidrocarburos, 22 de ellos en la comunidad gallega, según los datos del Perfil Ambiental de España del Ministerio de Agricultura.

El balance en Galicia supone menos de la mitad de los que ha habido, por ejemplo, en Andalucía (55) y casi la misma cifra que en Canarias (21). Sin embargo, de los 13 accidentes con mayores vertidos de la historia de España, ocho han ocurrido en aguas gallegas. El Urquiola, que en 1976 vertió 101.000 toneladas de petróleo a la entrada del puerto de A Coruña, tiene el récord.

La zona del Estrecho de Gibraltar es la que cuenta con un mayor tráfico de buques, aunque proporcionalmente las costas gallegas son las que sufren mayor riesgo, derivado en parte por contar con un mar más embravecido y con un mayor número de temporales. Y también porque en Galicia el 33% de los barcos que pasan por la zona transportan mercancías peligrosas frente solo al 20% de los que transitan por Cádiz.

Pese a todo, la seguridad ha mejorado en los últimos años. Desde 2008 no se ha producido ningún accidente de estas características en las costas españolas. Ese año hubo uno y en 2007, cinco. En la última década, según los datos de Salvamento Marítimo, se han registrado 19 accidentes de buques petroleros en España.

Para mejorar la seguridad, tras la catástrofe del Prestige se habilitaron cuatro carriles de navegación en aguas gallegas, por los dos que había hasta ese momento. Estas cuatro autopistas están a 40, 52, 65 y 73 kilómetros de Fisterra. Además, se prohibió la navegación de barcos monocasco como era el Prestige.