Cesar Díaz, funcionario del área de calidad del aire de la Dirección de Ecología municipal, informó que a partir del 23 de enero, fecha pactada por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) para iniciar la entrega de televisores digitales, habrá contenedores para recibir los viejos aparatos que queden en desuso.

“Tendremos (personal de Ecología y Semarnat) un área específica afuera del gimnasio de los Colegios de Bachilleres, para quien quiera dejar sus viejos aparatos”, agregó.

Los viejos aparatos serían infuncionales a partir del día en que se determine el “apagón analógico”. Sin embargo, Díaz aseguró que “la decisión de dejar o no sus viejos televisores será de quienes reciban los nuevos aparatos digitales, acuérdese que todavía podrían tener uso con una caja convertidora”.

Alma Leticia Figueroa, especialista en el tema de residuos peligrosos, consideró indispensable que en las autoridades de la SCT entreguen el televisor digital a cambio del aparato análogo.

“Lo ideal sería que fuera al mismo tiempo, para no correr el riesgo de una mala disposición”, dijo la bióloga, ex directora de Protección Civil.

Este canje garantiza que se cumpla además con objetivos como ahorro de energía, agregó.

Definitivamente las televisiones deben tener una disposición de residuos sólidos de manejo especial como las llantas por ejemplo, que constituyen un riesgo al ambiente, se pueden incendiar y generan fauna nociva, explicó.

A pesar de que no tienen características de peligrosidad, sí generan contaminación e impacto ambiental, por lo que se hace indispensable prever una disposición final explicó la especialista.

Recordó que cuando era funcionaria conoció el caso de un municipio cercano a Monterrey donde la autoridad ofrecía sin ningún costo una vez al mes el servicio de recolección de residuos sólidos peligrosos (como aceites, pintura y pilas).

“Es un ganar, ganar, gana la autoridad, la ciudadanía, y se dispone de estos artículos que pueden generar contaminación; es indispensable que haya un ejercicio similar aquí”, consideró.

Calificó como un error separar el tema económico del ambiental, porque –dijo– el pensamiento común es que si algo es basura no debe gastarse en darle una disposición final.

Se hace indispensable la intervención de la autoridad, pues ella puede coordinar a todos los actores: ciudadanía, recolectores, para resolver, añadió.

“Hay que recordar que en los últimos años casi toda la basura ha adquirido un valor, entonces si la disposición final tiene un costo es indispensable conjuntar a los que ganan (recolectores) con los que pueden entregar un bien, valorizar el residuo y que haya una satisfacción social, y eso lo puede lograr la autoridad”, abundó Figueroa.

‘Dando y dando’

A pesar de calificar la entrega de televisores digitales, como un programa de buena intención, el biólogo Luis Carlos Salmerón, de Ideas Verdes, consideró que existe una mala organización porque no considera el ciclo de vida de un producto y su solución a través del canje.

“Supongo que en realidad la televisión ha sido un electrónico indispensable en las familias mexicanas; por muy escasos recursos que tengamos, muchas familias disponemos de uno o más aparatos”, dijo.

“Yo esperaría que por lo menos (con este programa) 71 mil televisiones van a quedar como basura y que al ser basura, la gente, las familias van a buscar la manera de deshacerse de ellas porque no tienen un valor en el mercado”, agregó.

Para Salmerón, la decisión de no hacer obligatorio el canje, es porque no se está atendiendo el principio de valorar el residuo en que se va a convertir la televisión analógica, “pudiendo haber hecho algo tan simple como ‘te entrego tu vale para la entrega de televisión digital’ y, como luego decimos, ‘dando y dando”. (Norte Digital)