Además evidenció que la empresa BASF, presunta responsables de la contaminación por la producción de pigmentos para pintura, libró averiguaciones de la PGR y una multa de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

En 2006, tras una serie de denuncias ante la Secretaría de Medio Ambiente, un grupo de particulares interpuso una queja ante la CCA por ilícitos ambientales ocurridos durante la operación, cierre y desmantelamiento de una planta de producción de pigmentos para pintura operada por la BASF entre 1973 y 1997.

En dicho lugar  Emiliano Zapata inició su levantamiento armado.

Tras ocho años de dar seguimiento al caso, el Secretariado de la CCA decidió hacer público el expediente.

"Este expediente de hechos no presenta conclusiones respecto de las supuestas omisiones en la aplicación efectiva de la legislación ambiental en las que -según aseveran los peticionarios- México ha incurrido, ni tampoco sobre la efectividad de las acciones de aplicación de la Parte", aclaró el organismo trilateral.

En el documento disponible en internet se indica que las sanciones por un millón 872 mil pesos impuestas a la empresa tras el desmantelamiento de la planta fueron anuladas.

"Las actuaciones instrumentadas por la Profepa en relación con la disposición de residuos peligrosos en la ex Hacienda El Hospital fueron declaradas nulas por los tribunales administrativos de México, quienes tampoco se pronunciaron sobre la peligrosidad de los materiales hallados bajo el argumento de que este tema había sido previamente determinado era cosa juzgada por un tribunal de lo civil en el Distrito Federal", refiere.

Por otra parte, señala que una de las investigaciones penales iniciada por la PGR fue suspendida el 26 de agosto de 1999.

Al retomar las investigaciones, el 31 de enero de 2008, la PGR determinó que el periodo para ejercer la acción penal había prescrito desde el 12 de octubre de 2002.

"La PGR sostuvo que BASF Mexicana realizó actividades que representaron daños al ambiente y a la salud pública y que dicha situación hacía factible el ejercicio de la acción penal, la cual no fue puesta en marcha por el Ministerio Público y, por el paso del tiempo, acabó prescribiendo.

"Finalmente, la PGR resolvió autorizar el 'no ejercicio de la acción penal' y remitir la averiguación previa al archivo", expone.


Detectan toxicidad en ex hacienda

Tras el cierre de la planta de producción de pigmentos para pintura de la empresa BASF, el inmueble fue convertido en cementerio de residuos tóxicos y otra parte de estos materiales se depositaron en 42 predios de Cuautla.

Entre éstos se encuentra el ocupado por la escuela primaria rural "Héroes de Chapultepec" y en la puerta de acceso a la Unidad Deportiva "La Concepción", refiere el expediente que hizo público el Secretariado de la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA).

En el documento expone que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) realizó diligencias en 1998 y 2000.

En esta última, indica, la dependencia instrumentó un programa de restauración del sitio en el que se detectó la existencia de pigmentos y materiales enterrados en las instalaciones de la ex hacienda y en la finca adyacente.

Para determinar las características de peligrosidad de los pigmentos, añade, se debió realizar un muestreo pero éste no se llevó a cabo porque BASF Mexicana se opuso, argumentando falta de representatividad.

El documento también indica que las actividades de restauración ambiental fueron suspendidas por orden del Ayuntamiento de Cuautla en mayo de 2005.

Como resultado, ninguna autoridad ambiental supervisó las tareas de disposición final de 3 mil 603 sacos de polipropileno, con capacidad de 50 kilogramos cada uno, con materiales de desecho que la Profepa documentó en el sitio que posteriormente fue convertido en un restaurante con servicio de "day spa".

"La mayor parte de los materiales pigmentados o pigmentos fueron sin embargo enviados a disposición final sin muestreo o análisis en presencia de la autoridad ambiental, y no es posible dar información sobre la peligrosidad de los mismos, pues no quedan ya pruebas", señala en las conclusiones.