Profepa inmoviliza 17 tons de desechos electrónicos en Manzanillo
Al informar lo anterior, la delegación estatal de la Profepa refirió que se trata de circuitos modulares electrónicos sobre tablilla o tarjetas electrónicas aislantes con circuito impreso, soldaduras visibles de estaño y plomo, que tenían como destino final Hong Kong.
Tal mercancía fue inmovilizada porque la empresa Franmich, responsable de la misma, no contaba con la autorización oficial que emite la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para la exportación de desechos electrónicos.
"El inspeccionado tampoco presentó registro de verificación, aviso de retorno de la mercancía, pago de derechos, manifiesto de entrega, transporte y recepción de los residuos peligrosos y fianza para la movilización y transportación de éstos del lugar de origen al puerto de Manzanillo", destacó la Profepa.
Explicó también que durante la inspección, los desechos electrónicos se observaron secos, sin escurrimientos líquidos ni vapores o gases, y eran transportados en 35 por ciento en sacos de plástico, y el resto suelto o a granel.
Advirtió la Profepa que no se podrán realizar movimientos internacionales de esa mercancía, en tanto no cumpla con el permiso de exportación y la documentación prevista en el Manual de Procedimientos para la Importación y Exportación de Vida Silvestre, Productos y Subproductos Forestales y Materiales y Residuos Peligrosos.
"La empresa Franmich deberá acreditar el manejo ambiental que pretende dar a los residuos peligrosos en territorio nacional, y presentar información técnica sobre los constituyentes del desperdicio electrónico", precisó.
La Profepa dio a conocer que se suspendieron de manera total temporal obras y actividades en el predio El Palmar del Higueral, en la carretera Caleras-Madrid, municipio de Tecomán, por no poseer autorización oficial en materia forestal para cambio de uso de suelo.
Dijo que ahí afectaron 1.5 hectáreas de especies forestales conocidas en la región como higuera, huizcolote, guásima, guamúchil, timúchil, papelillo, entre otras. Un volumen de 47.250 metros cúbicos de madera, y la modificación de la vocación natural del sitio.
Los trabajos de cambio de uso de suelo fueron efectuados con maquinaria pesada para establecer cultivo de plátano, lo que generó afectaciones al ecosistema forestal por las excavaciones, movimientos de materiales y remoción de la vegetación y suelo, subrayó.
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