El licenciado en Ciencias Ambientales, aseguró que, “nosotros hemos estado muy al pendiente del ingreso de los desperdicios que llegan a este lugar y no hemos recibido hasta el día de hoy alguna alerta por parte de los pepenadores”.

Asimismo, aclaró que hay residuos que sí pueden ingresar al basurero aunque provengan de un hospital, porque entran dentro de la clasificación de los desechos sólidos urbanos.

Llamas González manifestó que en la Jioresa están “preparados y listos” para actuar ante la presencia de algún residuo biológico-infeccioso, ya que tienen un protocolo de alerta interno, que incluye el procedimiento a seguir, el cual incluye a los pepenadores.

Las instrucciones son acordonar el área para dejar el espacio libre y llamar a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), a fin de que esta dependencia se encargue de la situación.

Respecto a los residuos que provienen de algunos talleres mecánicos, como el aceite quemado, el encargado del relleno sanitario aseguró que esta clase de desechos no son recibidos en el lugar.

Sin embargo, comentó que “hay algunos particulares que no quieren realizar el procedimiento adecuado con el aceite, entonces la Jioresa opta por recibirlo para darle el tratamiento correcto”.

También mencionó que debido a la maquinaria pesada que se usa para las labores diarias en el basurero cuenta con una bodega donde se almacena el aceite quemado en tambos de diesel, cuando estos contenedores están llenos se llama a una empresa encargada de tratar el residuo para que lo retire.

Eduardo Llamas dijo que regalan el aceiten, no lo venden, para lo cual cuentan con un documento oficial que demuestra el procedimiento a seguir con este tipo de desechos.

Otros líquidos que también deben tener un manejo especial son los denominados lixiviados, que provienen de la misma descomposición de la basura y la lluvia.

Estos desechos “tienen dos opciones o se captan y se llevan a una planta de tratamiento o se pueden depositar en el mismo relleno donde la basura aún está expuesta, no cubierta, para que este se vuelva a infiltrar y acelere el proceso de degradación de los residuos”.