Residuos de plaguicidas, una amenaza al Cañón del Sumidero
El arrastre y flote de residuos peligrosos, como los envases de plaguicidas en la zona “Tapón” de la Cuenca del río Grijalva en el Parque Nacional Cañón del Sumidero, no sólo representa contaminación al medio ambiente sino un problema químico local que se tiene que resolver con la ayuda de las comunidades, Ayuntamientos y de la iniciativa privada fabricantes de pesticidas.
En el problema ambiental documentado se detalla que están involucrados por lo menos 18 municipios que conforman la cuenca del río Grijalva y los productores agrícolas, lo que origina el uso en mayor porción de plaguicidas, pero al no tener un manejo adecuado, son desechados en tres ríos secundarios que finalmente desembocan a una zona del Grijlava conocida como “El Tapón”, un espacio donde la corriente acumula residuos sólidos.
Actualmente, un grupo de brigadistas del Parque del Cañón del Sumidero llevan los residuos al “Playón”, un área habilitada como centro de acopio a dos kilómetros de distancia de la cuenca y que almacena más de dos toneladas de desechos.
De acuerdo con la Ley Ambiental aplicable, los envases de plaguicidas están catalogados como desechos peligrosos y no pueden estar almacenados por más de seis meses sin ningún tratamiento.
Ese escenario de contaminación fue motivo de estudio por la ingeniera en Tecnología Ambiental, Gabriela Díaz Gómez. Originaria de Bochil, Chiapas y recién egresada, en cuatro meses de investigación elaboró un proyecto: “Elaboración del Plan de Manejo de envases de plaguicidas concentrados en la zona Tapón, en la cuenca del río Grijalva en el Parque Nacional Cañón del Sumidero”.
El plan propone trabajar junto con una empresa dedicada a la promoción del manejo integral de residuos agrícolas, para destinar rutas que lleguen al “Playón” para trasladar los envases almacenados.
Además, de acuerdo con el estudio de la ingeniera Díaz Gómez, una alternativa para disminuir la contaminación ambiental por residuos peligrosos en la cuenca del río Grijalva sería sustituir los plaguicidas químicos por biopesticidas. Explicó que se tiene la misma eficiencia pero es un proceso más lento, sin embargo está comprobado el control de plagas por el uso de pesticidas ecológicos en cultivos como tomate y chile habanero.
El Plan de Manejo de envases de plaguicidas en el Cañón del Sumidero fue un proyecto que resultó ganador en el Concurso Nacional de Trabajos Universitarios en la categoría de Manejo en Áreas Naturales Protegidas 2014.
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