El primer intento se presentó el 29 de enero de 2013 ante la Semarnat, dependencia que negó la autorización en febrero de ese año, y en su resolutivo expuso una serie de deficiencias y anomalías en el proyecto, como afirmar que el confinamiento estaría en territorio de San Luis Potosí, pero las coordenadas proporcionadas corresponden a Zacatecas.

Tampoco se especificaron “los sistemas y medidas de control y seguridad para el control de derrames, así como las medidas de protección para evitar la infiltración de residuos peligrosos o sustancias químicas al suelo”, estableció el resolutivo SGPA/DGIRA/DG 01368 de Semarnat.
“Ni presenta un programa de protección para aquellas especies que se distribuyen en el sitio del proyecto que estén consideradas en alguna categoría de protección según la NOM-059-Semarnat-2010; ni un programa de conservación de suelos para aquellas áreas en las que puedan presentarse problemas de erosión en donde se determinen las acciones de conservación y/o restauración de suelos con el propósito de evitar su pérdida en el área del proyecto”, agregó el dictamen.

Luego de esa negativa, la empresa Centro de Ingeniería y Tecnología Sustentable Palula volvió a presentar la manifestación de impacto ambiental en diciembre de 2014 y la nueva resolución de Semarnat para autorizar o rechazar el confinamiento podría darse este mes.