El rezago en la limpieza de patios y grandes extensiones de tierras aledañas a las industrias, se muestran con altas montañas de escorias y productos de carácter químico como residuos de pinturas, cromos, entre otras.

Estos pasivos ambientales son un claro motivo para el desaliento de las empresas limpias que buscan asentarse en la zona.

De acuerdo al inventario de residuos peligrosos industriales, en 17 municipios de Hidalgo, se encuentra en el primer lugar como generador de basura, tales como escorias provenientes de hornos de fundición de acero y hierro gris, que al año genera poco más de 44 toneladas, junto a otros lodos y polvos del equipo de control de hornos eléctricos, junto a unos 502 mil 944 litros de aceites y lubricantes gastados.

Al respecto, la Sociedad Ecologista Hidalguense hace notar que existe un grave atraso en la limpieza de esta región industrial, situación que pone en riesgo a los miles de habitantes asentados en sus alrededores.

El cúmulo de residuos industriales, polvos, escorias, rebabas y demás, muchos de ellos expuestos al aire libre constituyen un grave foco de contaminación para los mantos acuíferos de la zona, debido a que la filtración arrastra metales pesados y otro tipo de sustancias líquidas.

Su dirigente, Marco Antonio Moreno Gaytán, hace notar que estos pasivos ambientales se han constituido en uno de los principales motivos para que haya desaliento de la inversión para llegar a establecerse.

“Vemos que los nuevos asentamientos industriales, se han realizado con muchos kilómetros de por medio, para evitar cargar con esos pasivos”, dijo.

Para el activista, esa región que sirvió como impulsor de la economía regional en la década de los 70 y ochenta, nunca fueron atendidas dentro de un concepto industrial de vanguardia, lo que motivó que este tipo de rezagos se constituyan en un problema de salud pública.

Planteó la necesidad de sanar de manera integral la zona si pretenden atraer inversiones, condición que debe darse de forma casi inmediata debido a que está asentada esa zona industrial sobre uno de los mantos acuíferos que recarga el Pachuca-Cuautitlán que atiende la demanda de 18 municipios.