Los Bomberos de Zaragoza han organizado este martes un simulacro de choque entre un camión con mercancías peligrosas y un autobús de pasajeros en la rotonda de las Banderas, en el Actur.
 
Los Bomberos de Zaragoza han organizado para este martes un simulacro de accidente, consistente en el choque entre un camión con mercancías peligrosas y un autobús de pasajeros en la rotonda de las Banderas, en el cruce de Ranillas y Ruiz Picasso, que ha puesto a prueba la eficacia del Plan Municipal de Protección Civil.
 
La acción, que ha llevado varios meses de trabajo previo, se ha desarrollado desde las 10.00 y sirve para testar el funcionamiento de este plan municipal y confirmar su correcta coordinación y rodaje de cara a hipotéticas situaciones reales.
 
El concejal delegado de Bomberos, Laureano Garín, y el responsable de formación externa de Bomberos, Javier Usaín, presentaron este lunes a los medios el desarrollo del simulacro, que ha supuesto la ocupación de la zona central de la rotonda hasta primera hora de la tarde.
 
El simulacro ha comenzado cuando la Guardia Civil ha detectado que un camión de mercancías peligrosas ha entrado en Zaragoza desde la A-2 y, cuando los agentes han intentado advertirle del error, se ha producido una colisión con un autobús en la parte central de la rotonda.
 
A partir de ese momento, el servicio 112 ha puesto en marcha el mecanismo de seguridad previsto, con la intervención de la Policía Local, el Cuerpo Nacional de Policía, ambulancias, médicos y voluntarios de Protección Civil.
 
Se han montado unidades de descontaminación, en tanto en cuanto el camión siniestrado ha tenido una fuga de metanol, con el confinamiento de un colegio y un local que están en la dirección del viento.
 
Las personas ya descontaminadas han sido trasladadas al pabellón deportivo municipal Siglo XXI y se han sellado las arquetas de agua y vertido de la zona.
 
Garín explicó en la rueda de prensa que el Plan Municipal de Protección Civil, que databa de 1998, se actualizó en los años 2005 y 2006 y fue aprobado por el pleno en marzo de 2007.
 
El documento es una guía "instructiva y de fácil uso" que permite realizar un despliegue rápido de los medios y recursos de la ciudad.
 
Como novedad, incorporó unos mapas de riesgos concretos (incendios, inundaciones, accidentes de tráfico o grandes concentraciones, entre otros) y un catálogo de recursos humanos y materiales con el objetivo de facilitar la resolución de emergencias en el momento en el que se produzcan.
 
Posteriormente se redactaron planes especiales de actuación específicos, sobre riesgos meteorológicos, de actuación sanitaria en emergencias colectivas y catástrofes, de emergencia nuclear, por grandes concentraciones humanas, de accidentes de transporte civil por carretera, tren o avión, de transporte de mercancías peligrosas y por interrupción total o parcial y prolongada de suministro eléctrico.
 
Garín insistió en que los recursos de la administración "no son ilimitados" y que la aportación de los ciudadanos en las actuaciones de protección civil es muy importante.
 
Por eso, los ciudadanos deben adquirir conciencia de los riesgos que pueden sufrir y familiarizarse con las medidas de protección que deben adoptarse en cada caso, así como las medidas de prevención.
 
Por esto, uno de los objetivos que marca el plan es dar la mayor difusión posible entre la ciudadanía, "por ser la comprensión, aceptación e interiorización de sus objetivos la mejor herramienta para la consecución de los fines por los que se redacta el plan".