Un proyecto español para mejorar la detección de sustancias radiactivas en el transporte.
23 Sep
El correcto funcionamiento de los sistemas de control y seguridad en el transporte tiene un gran impacto en el proceso económico de los países no sólo por el precio de producción de estos sistemas, sino también por su repercusión en el medio ambiente, la vida humana y la salud. La detección temprana de fallos y operaciones críticas de los sistemas de control permite evitar una degradación de la maquinaria y una seguridad para los ciudadanos.
En este sentido, un póster y una ponencia científica han supuesto la presentación del proyecto SIDRA (‘Smart Identification and Detestion of Radioactive Anomalies’ – Detección e Identificación Inteligente de Anomalías Radiactivas) durante la novena edición de SAFEPROCESS 2015 (Simposio Internacional sobre la Detección de Fallos, Supervisión y Seguridad de Procesos Técnicos), celebrado a principios de septiembre en París.
El proyecto SIDRA trata de obtener una mejora en la capacidad de detección e identificación del tráfico ilícito de materiales radiactivos por puertos marítimos, fronteras y puntos de control en general, sobre todo en los puertos y en las fronteras del país. “Esto se logra mediante la aplicación de algoritmos innovadores y la integración de diversas fuentes de información a fin de reducir el número de alarmas inocentes, además de que el propio sistema tiene por objeto apoyar la decisión del operador también”, explica Luis Felipe Blázquez.
Financiado por la Comisión Europea y enmarcado dentro del programa Prevention of and Fight against Crime (ISEC), este proyecto cuenta con seis socios participantes: Indra como líder del proyecto, Aduana Española, Fundación Valenciaport, el Politecnico di Milano, la Universidad Politécnica de Madrid y la Universidad de León (ULE).
AHORRAR TIEMPO Y DINERO
La labor asignada a la ULE en el proyecto se ha concretado en el desarrollo de algoritmos inteligentes “que puedan aplicarse para reducir el número de alarmas inocentes sobre la base de los datos obtenidos únicamente por los pórticos (RPMs) de Polyvinyl tolueno (PVT)”. Estos pórticos sirven para detectar e impedir la entrada o salida de fuentes radiactivas en los vehículos que pasan lentamente entre sus detectores.
Estos paneles detectores contienen un disolvente que se polimeriza y produce un solución sólida mecanizable, y en ocasiones, la información interpretada no distingue si los rayos gamma generados provienen de mercancías peligrosas o de otros tipos de carga benignos que emiten radiactividad, como arena para gatos, porcelana, gres, granito, plátanos… De ahí que estas alarmas erróneas –que representan más del 95% del total de las alarmas detectadas– “ocasionen pérdidas de tiempo y dinero ya que se tiene que inspeccionar la carga con detectores más precisos y más caros para identificar si la mercancía es benigna o peligrosa”.
Todo este proceso se ve sustancialmente reducido con el trabajo de investigación que aporta la ULE en el proyecto SIDRA. “Nuestros algoritmos inteligentes utilizan la limitada discriminación de energías proporcionadas por los detectores para decidir automáticamente si la alarma es de una fuente radiactiva peligrosa o no –explica Blázquez–; esto sirve de gran apoyo al personal pues no tiene que volver a inspeccionar la carga y por consiguiente se registra ahorro de tiempo y dinero”.
Luis Felipe Blázquez presentó el Proyecto SIDRA en la ‘Jornada Industrial’ del simposio mediante el correspondiente póster y a través del artículo científico ‘Classification of Radionuclides on Polyvinyl Toluene Radiation Portal Monitors by a Neural Network Based System’, presentado como ponencia dentro de la sesión ‘Neural Network and Classification Approaches’. La difusión científica del proyecto en este simposio completa la realizada anteriormente por la ULE en el 19th World Congress of the International Federation of Automatic Control IFAC2014 y en el 22nd Mediterranean Conference on Control & Automation MED2014.
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