Una cisterna sufre un escape de dióxido de carbono cerca de una gasolinera
Una cisterna sufrió un escape de dióxido de carbono el sábado por la noche en un descampado situado cerca de la estación de servicio Cepsa Rotonda Ibiza, la que se encuentra enfrente de la tienda de Ikea. Nadie resultó herido ni afectado por inhalación de humo y tampoco hubo daños materiales, aunque se produjo una situación de peligro, según explicaron fuentes conocedoras de lo sucedido.
Los bomberos recibieron la llamada de aviso a las 22.30 horas y movilizaron un cambión tipo bomba urbana (BUP), con cuatro profesionales. Cuando llegaron, agentes de la Policía Nacional habían realizado un perímetro en torno a la cuba (solo estaba el remolque que contiene la mercancía, en este caso el gas, sin la cabeza del camión), de unos 20 metros de radio, para aislar la cisterna de la que se escapaba el gas.
En el mismo solar había varias cubas más y otros camiones de transporte. Los testigos vieron tres con CO2 (incluida la que sufrió el escape) y dos que contenían hipoclorito concentrado. Este diario ha podido salir que muchas empresas utilizan este descampado para estacionar vehículos con mercancías peligrosas, como hidrocarburos, antes de embarcarlos en los buques que los transportan a Mallorca o a la Península.
Sin trajes de protección
Mientras trabajaban los bomberos, la gasolinera siguió abierta. Está situada a más de cien metros del lugar donde aparcan las cisternas los profesionales que conducen vehículos con mercancías peligrosas. Muchos clientes observaron a distancia el despliegue de servicios de emergencia en las proximidades de la estación de servicio. Los bomberos no utilizaron ningún traje especial, ni se pusieron mascarillas para protegerse puesto que no lo consideraron necesario debido a que, en principio, el dióxido de carbono por sí solo no es peligroso.
Comenzaron a arrojar agua, a temperatura ambiente, sobre la válvula que se había abierto, por motivos que se desconocen. El CO2 salía a una temperatura que ronda los 70 grados bajo cero, lo que puede provocar quemaduras si impacta sobre el cuerpo de alguna persona, según explicaron los expertos.
Mientras tanto, alguien llamó a la empresa propietaria de la cuba, Carburos Metálicos. Avisaron a un técnico, que llegó en una furgoneta de una empresa de mantenimiento de piscinas, apuntaron testigos presenciales.
El profesional accionó unas válvulas para redudir la presión, el gas dejó de salir y cerró el mecanismo. Los bomberos dieron por concluida la intervención a medianoche y la cuba se quedó en el mismo lugar en el que se encontraba antes del escape.
Fuentes conocedoras de estas mercancías peligrosas explicaron ayer que en principio no son tóxicas pero que un escape como el ocurrido el sábado puede provocar una explosión y hasta un incendio, con el consiguiente riesgo por la proximidad a la gasolinera.
Ayer por la tarde había varias cubas en el solar y algunos testigos explicaron que se escuchaba un sonido parecido a un pitido, como si hubiese un escape.
Este diario llamó dos veces al teléfono de la distribuidora de Carburos Metálicos en la isla, por la mañana y por la tarde, para ampliar información, pero nadie contestó. El horario de la empresa es de lunes a viernes de 9 a 13 horas y de 16 a 19 horas, por lo que probablemente no había ningún trabajador en la nave.
Peligro | Alertan sobre el escaso control sobre las mercancías peligrosas
Profesionales consultados ayer por Diario de Ibiza alertaron sobre el escaso control que existe según ellos en la isla sobre el transporte de mercancías peligrosas. De hecho, no es la primera vez que los bomberos acuden al descampado situado cerca de la gasolinera de Cepsa, la que está enfrente del polígono de es Gorg, debido a escapes en cisternas. Los profesionales explicaron que no está vallado y que no tiene vigilancia, por lo que cualquier persona puede acercarse a las cubas, que quedan aparcadas en las proximidades de la estación de servicio. Los expertos consideran que las cisternas que contienen mercancías peligrosas deberían almacenarse en una nave adecuada y en cualquier caso lejos de una gasolinera. Los bomberos tuvieron este año una intervención similar en un depósito que se encuentra en el centro de la ciudad, en una de las calles que sube a es Puig des Molins desde la Vía Romana, debido a un escape de oxígeno que se utiliza con fines sanitarios. En aquella ocasión tampoco nadie resultó afectado por inhalación de gas.
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